Déjame, tómame, haz algo conmigo.
No te quedes inmóvil en esa esquina dándome miradas de decepción.
Insúltame, golpéame mas no te quedes callado
Písame, fúmame, estrújame
bésenme tus labios con la miel del fuego
atrápame y pégame a tu vientre desnudo, caliente, melancólico.
Mis huesos se vuelven leña anhelando tus suspiros
perdona, no me dejes que mi corazón se apaga.
Dame por lo menos el remedio para las noches frías en que tus labios no tocaran mi espalda.
Dime como se atrapa el aire que se cuela entre los dedos.
Dame de tu magia, precioso.
Mátame con tus palabras mas no con tu silencio.
Báilame ese son acompasao en las caderas.
Vete y vuelve, golpea mis entrañas con furia
echame tu hechizo como si yo fuera negra
que en nadie encontrare yo el fuego que me das, moreno.
Déjame jamás tu pelo rizo cenizo
déjenme jamás tus ojos miel
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