martes, 17 de abril de 2012

Consejos para ser un mal lector

Buscando un libro nuevo que leer, me tope con un post en un blog que sobresalía del montón. El titulo, que rezaba "Consejos para ser un mal lector", me pareció un poco sarcástico, y como es de mi naturaleza burlarme de la vida, me decidí a leerlo.
No era lo que estaba esperando, sin embargo, subrayé unas lineas del autor que se asemejan a lo que habia pensado hace mucho tiempo. Decía de esta manera:

"No hay que leer mucho, como no hay que comer en demasía, ni beber agua hasta al punto que nos ahoguemos, Si no lo imprescindible para no dejarnos fenecer de hambre o sed, pero la hartura de viajes, gentes, comidas, festejos y lugares también mata. En lo selecto con sabiduría y rigor está el logro de una larga y saludable existencia". 

Es sorprendente como muchos se jactan de ser grandes lectores por tener pilas de libros en sus estantes. En estos casos no importa la cantidad. La calidad de lo que se lee es imprescindible. Como decía el texto, "a los únicos que les interesa que sean leídos cincuenta libros en una semana o cien en un año es a los editores".
La lectura debe ser tuya y de nadie mas, de hecho, debería compartir categoría con los mas ocultos placeres del ser humano. Y como todo placer es exquisito, debe disfrutarse lentamente y de a ratos. En la elección de un buen libro se nos debe ir la vida y en la lectura, el alma. Por eso, no se debe leer nada que nos aburra ni nada que no nos deje un buen sabor de boca y  ganas de repasar esas letras una y otra vez. No podemos leer libros por obligación, simplemente "por entretener los ojos". Libros que no le hagan sentido a nuestro existir porque si ese es el caso, nuestra filosofía sera vana  y nuestras citas poco profundas.
Considerando que no todo lo que se escribe es bueno ni todo lo que se enseña hace crecer, hay que ser selectivos, de lo contrario, caeremos en un nihilismo extremo de la sin razón y el letargo, y ese placer, tan delicioso al principio, no será más que parte de la afanada rutina diaria y sin sentido del ser.

Claro, esta es sola mi hispter y amargada fantasía. Así que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

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